POLÉMICA POR EL “CULIACANAZO”

Por Juan Salomón

Mini-debate improvisado ayer en una cafetería de Xalapa sobre los sucesos del jueves pasado en Culiacán, Sinaloa:

–El gobierno no debió haber soltado a Ovidio Guzmán López. La neta,el presidente López Obrador le tuvo miedo a ese güey ¿y sabes cuándo lo van a agarrar? Nunca. Le hicieron lo que el viento a Juárez y los mafiosos demostraron que son los que mandan no solamente en Sinaloa, sino en cualquier lado donde se paren –dijo encarrerado un exaltado comensal ante amigos que lo rodeaban.

Replica otro con voz pausada:

–¿Te has puesto a pensar que pudo haber muchos muertos si no lo hubieran dejado en libertad?

–No vengas con esas pamplinas –lo interrumpe un tercer participante–, le faltaron pantalones al presidente. Hay algo que se llama “daños colaterales” y ni modo. Ahora se le subieron a las barbas y nadie los podrá controlar. La sociedad pagará los platos rotos. Ya verás.

El de la voz pausada levanta la mano y retoma la palabra:

–Amigo, déjame terminar y no me interrumpas, ¿pensarías igual si entre los rehenes amenazados hubiera estado un ser querido de ustedes, de nosotros; un hijo o hija, la esposa, la mamá, etcétera? ¿Se imaginan si no lo hubiesen entregado y los sicarios hacen una masacre de personas inocentes? Hoy estuviéramos acusando de asesino al presidente y exigiendo su renuncia. Se le habrían venido encima gobiernos de todo el mundo. Pero reitero la pregunta: ¿Si un hijo tuyo o mío hubiese estado en peligro de muerte, justificarías una hipotética decisión de no liberar al Chapito? Es fácil criticar, atacar y dar consejos de cómo deben hacerse las cosas, pero hay que ponerse en los zapatos de quienes toman las decisiones difíciles, en este caso hay que ponerse en el lugar del presidente López Obrador…

Vuelve el tercero a la carga:

–Lo que pasa es que para eso es el presidente, si no puede que renuncie. Antes criticaba lo que hacían los priistas y los panistas y él está peor, la inseguridad se ha disparado, la economía va mal y López Obrador sigue con sus necedades…

Habla de nuevo el de la voz pausada:

–No son enchiladas, cuates. Hay que esperar y dejarnos de simplezas. No repitan como loros lo que otros dicen. Incluso los periodistas, aclaro que no todos, lo atacan porque ya no reciben chayote. Los empresarios también están enojados porque no pueden hacer los grandes negocios ilícitos que hacían en

complicidad con funcionarios públicos, empezando por los presidentes priistas y panistas. Deben dejarlo trabajar y si no cumple, pues le exigimos rendición de cuentas…

Concluye el primer participante:

–Si lo permitimos va a dejar un país en ruinas, peor que Venezuela. Ojalá se apruebe ya la revocación de mandato para que lo mandemos derechito a su rancho… “la chingada”. Jajajaja.

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